Arquitectura en madera: construcción, diseño y sostenibilidad
Actualmente, el sector de la arquitectura y la construcción se encuentra ante una necesidad imperante: avanzar hacia un modelo constructivo basado en materiales renovables que se puedan extraer de la naturaleza causando un menor impacto en el medio ambiente. Este objetivo supone a su vez el compromiso de una explotación y consumo responsable para no volver a incidir en los mismos errores del pasado. La madera da respuesta a estas necesidades y se ha convertido en un elemento fundamental para desarrollar una arquitectura y construcción sostenibles.
Los proyectos de construcción en madera se caracterizan por cuantiosos y destacados beneficios. En este artículo, nos centraremos en por qué este material favorece el desarrollo sostenible en las construcciones y las rehabilitaciones.
Los profesionales involucrados en proyectos de arquitectura en madera defienden a capa y espada los beneficios de este noble material. La madera es un instrumental natural que, al igual que otras materias primas provenientes del bosque, como por ejemplo el corcho, se caracterizan por ser renovables y sostenibles, por lo que su impacto en el medio ambiente es mucho menor que el de otros componentes.
Un aspecto que se destaca en comparación con otros materiales de la construcción es que el sector de la madera se fundamenta en pequeñas y medianas empresas y en emprendedores individuales. Esto implica que poniendo en marcha proyectos de construcción en madera se promociona, al mismo tiempo, una economía y un desarrollo sostenible y justo.
Por otra parte, gracias a su estética, la madera es capaz de convertir entornos fríos en lugares cálidos, dotándolos de una atmósfera acogedora y cercana sin perder ni un ápice de modernidad. No sólo a través de elementos estéticos o decorativos, sino también al ser utilizada como elemento principal de una estancia, incluso de su estructura.
A continuación, os mostramos el resultado de la madera como elemento protagonista en algunos proyectos OIC Penta:
Las propiedades de la madera
Como ya hemos comentado, la madera posee características que la convierten en un elemento singular. Entre sus ventajas, podemos destacar:
- Propiedades físicas: su resistencia mecánica, por la estructura direccional de sus fibras, su gran flexibilidad, que permite que pueda ser curvada o doblada mediante el calor, la humedad o la presión. También destaca su dureza y su capacidad como aislador térmico y acústico.
- Propiedades medioambientales: resulta ser un material muy ecológico, ya que procede de la naturaleza y, generalmente, no requiere de un tratamiento químico excesivo. De esta manera, se integra en el medio no solo desde el punto de vista de su aspecto, sino también en el sentido que genera un impacto mínimo en el medioambiente.
- Propiedades estéticas: este material es de gran belleza y valor estético y, si se cuida correctamente, resulta además resistente y duradero. Asimismo, presenta la posibilidad de poder tallarse con facilidad, por lo que las estructuras y los muebles de madera pueden mostrar diseños muy variados y personalizados. Además, el hecho de que este material se encuentre en nuestro hogar, en nuestra oficina o en cualquier espacio que frecuentemos, nos conecta con la naturaleza y nos aporta todos sus beneficios.
La madera como sinónimo de estilo
La madera como elemento protagonista en el diseño de interiores nos ofrece un amplio abanico de posibilidades:
- Estilo nórdico: la funcionalidad de sus diseños apuesta por una combinación de minimalismo estético basada en líneas sobrias, lacados en colores neutros como el blanco, el gris o el beige. Se utilizan suelos de madera en colores claros tales como el pino, el roble, el arce o la haya. Todo esto complementado con textiles de tejidos naturales, como la lana o el lino, que aportan las texturas cálidas necesarias para crear espacios con personalidad.
- Estilo étnico: este estilo trata de transportarnos a lugares exóticos en donde la naturaleza es la protagonista. Una mezcla de materiales naturales como rattán o mimbre y los ecos étnicos de las maderas nobles envejecidas como la teka, el ébano o el roble, combinadas con elementos vintage como muebles antiguos restaurados, con paredes de piedra o colores tierra o ocre.
- Estilo clásico: ciertamente, lo clásico nunca muere y menos aún cuando hablamos de interiorismo. Muebles con formas redondeadas y sinuosas y los contrastes cromáticos combinan con las mezclas de texturas y tejidos: sofá chéster, muebles en madera oscura, butacas de piel, etc.
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