Unas nuevas instalaciones para el Servicio de Neurofisiología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona
La estrategia para la transformación del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, que inició en 2017, plantea las líneas maestras para convertir a este centro en un parque de salud público pionero en el cuidado y la investigación para mejorar la calidad de vida de las personas.
Tras la construcción de nuevos edificios, la remodelación y la adecuación de todo el recinto, el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona se convertirá en un parque de salud público abierto a la ciudad, moderno, integrado, sostenible y con numerosas zonas verdes. Con una inversión global de 146 millones en seis años (2017-2022), las obras de mejora no solo lo adecuarán a los retos asistenciales del futuro sino que lo convertirán en una entidad de referencia en asistencia, investigación, docencia e innovación.
Dentro de este plan, los tres hospitales que componen el complejo se están reordenando para ofrecer un servicio asistencial más eficiente. Como parte de este extenso proyecto de mejora, OIC Penta ha contribuido a unificar el Servicio de Neurofisiología, que se encontraba disperso en tres edificios: el Hospital General, el Hospital de Traumatología y el Hospital Materno Infantil.
El Servicio de Neurofisiología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona se sitúa ahora en la planta subterránea del Hospital Materno Infantil, en un entorno aislado, seguro, cómodo y silencioso. Con una superficie construida de 444,64 m2 el espacio se estructura en cuatro boxes para niños completamente equipados (uno de ellos con función polivalente de electromiografía, otro de potenciales evocados y dos de electroencefalogramas), dos salas de informes, sala de reuniones, dos despachos, secretaría de atención al usuario y salas de espera. También dispone de almacén, zona de limpieza, office y lavabos.
Unas instalaciones pensadas para el descanso
El diseño de las instalaciones favorece el ambiente de tranquilidad que se requiere para dormir durante las exploraciones. En ella, los tabiques divisorios y las zonas adjuntas están aisladas mediante lana de roca de alta densidad que impiden que entre el sonido del exterior. Además, se ha cuidado la iluminación de los boxes y las luces leed permiten que el personal sanitario pueda trabajar en penumbra y regular la iluminación durante las pruebas. Para evitar el ruido dentro de las instalaciones y favorecer el silencio, las salas de espera se encuentran muy cercanas a los boxes, con acceso prácticamente directo desde el pasillo.
Esta nueva infraestructura, supervisada por la jefa de obra de OIC Penta Nuria de Mesas, asegura la limpieza, la seguridad y la conectividad: por una parte, para aislar los boxes de las señales de radiofrecuencia, las paredes y los techos se han protegido con pantallas protectoras de acero que se conectan a una toma de tierra y evitan las interferencias con los aparatos de exploración. Por otra, las superficies se han revestido con material fenólico y vinílico que facilitan la limpieza y la durabilidad.
El proyecto, que se ejecutó en un plazo de 3 meses, también prestó especial cuidado en favorecer la comunicación y la conectividad: las instalaciones cuentan con una red de gases de oxígeno y vacío, así como de recuperación, red de voz y datos generales, que conectan los boxes con la sala de trabajo.
Imágenes: Kris Moya Studio
