La restauración de monumentos de Barcelona: Las Pajaritas de la rambla del Clot
El equipo OIC Penta, liderado por el responsable del Departamento de Mantenimiento Conrado Vázquez, ha llevado a cabo la restauración del monumento Las Pajaritas, una obra que inmortaliza una trágica historia. OIC Penta lleva a cabo la restauración de monumentos de la ciudad de Barcelona, teniendo en cuenta todas las historias que se esconden tras las obras.
La historia tras Las Pajaritas de la rambla del Clot
Las parejas de delicadas y simbólicas esculturas de la rambla del Clot, dos en el extremo de la calle Bilbao y las otras dos en la Meridiana ocultan un drama real. Las figuras restauradas son idénticas a las que se instalaron en 1929 en el parque de Huesca, obra de Ramón Acín, el gran protagonista de la historia junto a su mujer Conchita Monrás.
La pareja de intelectuales fue uno de los primeros objetivos de los sublevados en Huesca. Ramón Acín fue encarcelado varias veces durante la dictadura de Primo de Rivera, durante la monarquía de Alfonso XIII e incluso durante la Segunda República. ¿Cuáles fueron sus delitos? Sus artículos y sus ideales anarcosindicalistas. El fracaso de la sublevación de Jaca, que él apoyó para precipitar el izado de la bandera tricolor, lo obligó a exiliarse en París. Regresó tras la proclamación de la Segunda República Española.
La noche del 18 de julio de 1936 hubo una reunión de urgencia en el Gobierno Civil de Huesca. Ramón Acín fue uno de los participantes. Pacifista hasta las últimas consecuencias, se negó a que se repartieran armas entre la población para evitar un baño de sangre. Al día siguiente, la Falange y Acción Ciudadana ya lo buscaban. Se ocultó tras un falso tabique de su casa, junto a uno de sus amigos, Juan Arnalda, zapatero.
Desde su escondite, cada día oía los llantos de sus hijas y las palizas y vejaciones que sufría Conchita. Finalmente, Ramón se entregó y esa misma noche fue ejecutado. A Conchita Monrás la asesinaron el 23 de agosto junto a otras 94 personas.
Las pajaritas son un icono de la bondad de la pareja, de su vida y de la obra de Acín. Una vez, el artista liberó al pájaro de una jaula y puso en su lugar una pajarita de papel “para no ser el carcelero de nadie”.
¿Por qué encontramos réplicas de las originales Las Pajaritas de Huesca en el Clot?
Los vecinos de la rambla del Clot de movilizaron en 1991 para embellecer este rincón de Barcelona con un monumento, pero no había presupuesto. Josep Anton Acebillo, uno de los responsables urbanísticos de Barcelona’92, recordó entonces que en 1989 el hospital de Sant Pau albergó una exposición sobre Ramón Acín que incluía una maqueta de Las Pajaritas.
Acebillo se enamoró de esta escultura casi tanto como Ramón García-Bragado, gerente con Pasqual Maragall y concejal con Jordi Hereu. García-Bragado es, además, nieto de Ramón Acín. Él y Acebillo lograron que la Diputación de Huesca regalase a Barcelona una réplica del monumento. La segunda fue encargada por la alcaldía al escultor Julio Luján.
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