Restauración del pavimento de Nolla en la Casa Oller

Restauración del pavimento de Nolla en la Casa Oller

La rehabilitación de la Casa Oller avanza rápidamente mostrándonos ya algunos rasgos del resultado final tras varios meses de obras en la joya modernista. Actualmente, se está llevando a cabo la restauración del pavimento de Nolla. En este post, os explicaremos en qué consiste este procedimiento y os hablaremos sobre este tipo de mosaico. 

El pavimento de Nolla es un símbolo de identidad en una finca modernista. Tiene su origen en la Inglaterra del año 1850, aunque en España fue Miguel Nolla quien lo popularizó diez años más tarde en Meliana (Valencia). Se trata de la primera cerámica de altas prestaciones producida en el país. A partir de pequeñas teselas geométricas de gres cerámico (generalmente de 5x5cm o de 10x10cm) se formaban complejas composiciones en forma de mosaico. 

La restauración del pavimento de Nolla es un proceso laborioso y meticuloso que empieza con el estudio de los problemas que tiene la superficie. Una vez se han detectado todos los pormenores y defectos que tiene, el equipo se pone en marcha para extraer una a una las piezas que conforman el mosaico y guardarlas clasificadas por colores. 

Seguidamente, se analizan para detectar cuáles son recuperables y cuáles no lo son. Las piezas que están rotas o en muy mal estado y que no se pueden reconstruir se sustituyen por otras piezas de pavimento Nolla. Este proceso tiene como objetivo recuperar al máximo las características y el diseño del mosaico original.

En este proyecto, trabajamos juntamente con Octavio Mestre Arquitectos y el arquitecto y diseñador de interiores Carlos Maurette. Nuestro equipo OIC Penta lo componen nuestra jefa de obra, Nuria de Mesas; la técnica Fabiana Bianchini; el ingeniero de instalaciones David Castro y David Díez como director técnico.

La historia del pavimento de Nolla 

El mosaico Nolla, producido en Valencia entre 1860 y 1920, es un pavimento decorativo tan singular como icónico. Fue olvidado durante décadas, pero diseñadores y arquitectos tratan ahora de recuperarlo y reivindicar su valor artístico. Los profesionales del sector argumentan que se trata de una expresión artística de gran valor que debe cuidarse y conservarse. 

El mosaico Nolla es un pavimento decorativo tan preciado como poco conocido y en muchos casos se confunde con las baldosas hidráulicas. La fábrica de Miguel Nolla en Meliana (Valencia) lo desarrolló desde 1860 hasta 1920. Y se siguió comercializando en todo el mundo hasta los años sesenta del siglo pasado. Ahora, arquitectos e interioristas tratan de recuperar y reivindicar el valor de estas hermosas piezas. 

El pavimento de Nolla se trata de un producto sumamente original y muy moderno, con unos cavados de color y un envejecimiento maravilloso, aun después del paso del tiempo. 

Aunque suelen confundirse con las baldosas hidráulicas, las diferencias son notables. Estas últimas son más grandes (habitualmente tienen un tamaño de 20×20 cm); pueden ser de un solo color, pero también incluir un dibujo, y están elaboradas a partir de una base de cemento.

Una de las particularidades de la cerámica Nolla es que el sistema de producción hace que su superficie sea mate, lo cual permite que no refleje y que el dibujo del mosaico, incluso en una habitación con gran cantidad de luz, siempre se perciba perfectamente.

Otros muchos mosaicos Nolla perviven todavía en casas del Levante. A veces, escondidos bajo pavimentos más recientes y otros, descascarillados y olvidados, a la espera de una restauración que les devuelva el esplendor que les corresponde.

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